Para la mayoría de las familias, los perros ya no están relegados a la perrera. Según la Asociación Estadounidense de Productos para Mascotas, un grupo gremial, casi el 60 por ciento de los dueños de perros dicen que consideran a su mascota como un hijo o un miembro de la familia. Muchos permiten que los perros se acurruquen para dormir en su cama, muchas veces junto a ellos.
Sin embargo, ¿es buena idea dormir en la misma cama con tu perro o interrumpe tu sueño? A continuación, te lo contamos.
Según un estudio reciente, se duerme relativamente bien junto a los perros. Los investigadores de la Clínica Mayo en Phoenix estudiaron a cuarenta perros (ninguno era cachorro) que dormían en la habitación con sus dueños. Los humanos tenían un buen dormir en general, sin trastornos conocidos del sueño.
A los perros se les puso un dispositivo llamado Fitbark, un rastreador de actividad que se añade al collar y registra si el animal está tranquilo y dormido, o activo y jugando. Las personas utilizaron un Actiwatch 2, un monitor de actividad que registra sus movimientos y si están profundamente dormidos o no. Ambos monitores se configuraron para tomar una muestra del movimiento cada minuto, y además los humanos llevaban un diario de sueño.
Después de siete días de pruebas, los investigadores se dieron cuenta de que tanto los humanos como los perros dormían bastante bien en la misma habitación. Los humanos tuvieron una media de eficacia del sueño (o el porcentaje del tiempo que pasaban dormidos en la cama) del 81 por ciento, mientras que los perros tuvieron una eficacia del sueño del 85 por ciento. Los niveles por arriba del 80 por ciento se consideran satisfactorios en general. La gente dormía un poco mejor cuando el perro no estaba sobre la cama; los perros dormían igual estuvieran en la cama o en algún otro lugar de la habitación.
“Esto va en contra del dicho popular de que deberías tener al perro durmiendo en cualquier otro lado”, y no en el dormitorio, dijo Lois E. Krahn, autora principal del estudio, psiquiatra y especialista en medicina del sueño en el Centro para Medicina del Sueño de la Clínica Mayo. Su golden retriever de seis años, Phoebe, duerme de manera rutinaria en el suelo de su habitación y en los meses fríos se sube con ella y su esposo a la cama. Según dice, todos, la perra y las personas, duermen bien.
El lugar donde duerme el perro “depende del temperamento del animal”, dijo Carlo Siracusa, veterinario y director de etología animal en Penn Vet en Filadelfia. “Hay perros que tienden a reaccionar más al estímulo. Así que, por ejemplo, si el perro está en la cama y el dueño se da la vuelta y sin querer lo golpea con la pierna, puede ser que se asuste y reaccione por miedo”, gruñendo o ladrando y despierte al durmiente, dijo el experto. Otros perros ni se inmutan.
Algunos perros quizá no deban estar en la habitación, como los cachorros o los perros viejos que probablemente no duerman durante toda la noche, los perros enfermos o los que por ser nerviosos podrían volverse agresivos cuando se asustan o se despiertan de súbito. Además, si un nuevo bebé llega a la familia y va a dormir en la misma habitación que sus padres, dijo Siracusa, tal vez ya no sea un buen lugar para que el perro pase la noche, no porque el perro pueda asfixiar al bebé, sino porque el espacio puede ser un problema con tantos cuerpos humanos y peludos en un solo dormitorio.
La clave es crear una experiencia de descanso similar para la mascota. Los perros se pueden sentir atraídos a las camas de los humanos, en especial si están elevadas, “porque son cómodas y ellos quedan en una buena posición estratégica”, lo que les permite mantener vigilado el entorno, dijo Siracusa. Crear un lugar igual de estratégico podría significar que también esté elevado o que tenga frazadas en las que el perro se pueda meter, o que esté cerca de un calentador que pueda simular la temperatura corporal de la gente en la cama de los humanos.