Los canes tienen la capacidad de conquistar con su mirada, los seres humanos no hemos podido resistir ante esta técnica. La ciencia se ha puesto como objetivo el descubrir que lo hace tan irresistible a nuestros sentidos.
El misterio de la mirada de los perros cuando quieren conseguir una golosina está en algunas características faciales claves que habrían influido también en la elección de esta especie para su domesticación.
Los perros son únicos por su vínculo recíproco con los humanos, que puede mostrarse a través de una mirada mutua, algo que no se observa en otros mamíferos domesticados como gatos o caballos, según Anne Burrows de la Universidad de Pittsburgh (EE. UU.), que presentó un estudio en el congreso Experimental Biology.
La investigación se centra en la anatomía de los pequeños músculos miméticos, que en los perros como en los humanos están dominados por fibras de miosina de contracción rápida, lo que explica por qué podemos formar expresiones faciales rápidamente, pero no mantenerlas por mucho tiempo.
En otros animales, como los lobos, aunque también dominan las fibras de contracción rápida, si se compara con perros, tienen una mayor proporción de fibras de contracción lenta, más eficaces para los movimientos largos y controlados y no se cansan tan rápidamente.
“Estas diferencias sugieren que tener fibras musculares más rápidas contribuye a la capacidad del perro para comunicarse eficazmente con las personas”, afirmó Burrows.
Sin duda, la mirada de nuestras mascota seguirán generando suspiros y volviéndonos vulnerables a sus deseos.